“Sencillo, amigable y bastante jocoso, todo el mundo tiene
que ver conmigo...el SENA para mí es mi vida” así se define David Alarcón
Olmos, más conocido como “COMANCHE”.
Con 53 años, este carismático personaje
ha pasado la mayor parte de su vida vinculado emocional y laboralmente con el
SENA. Desde los 10 años se enamoró de la institución, pues acostumbraba a
traerle el desayuno a su padre, quien en ese entonces se desempeñaba como
trabajador de campo del Centro Acuícola y Agroindustrial de Gaira.
Su apodo hace parte del legado de
su padre a quien le decían comanche sus compañeros de trabajo y cuando él
comenzó a visitarlo en el Centro de Formación, estos le llamaban “comanchito”… “y después que el viejo falleció heredé el
apodo”… así lo comenta con mucha gracia.
A sus casi 20 años decidió
seguirle los pasos a su padre y es entonces cuando ingresa como aprendiz SENA
en el programa Agricultura Mecanizada, “…por
allá en el año 1993, estaba haciendo diligencias para pertenecer a las filas
del ejército porque no encontraba trabajo y aparte vivía solo con mi papá
entonces quería ir a prestar el servicio y este desesperado en que no me fuera
buscó acá en el Sena la forma de que me pusiera a estudiar algún curso y
afortunadamente así fue; hice mi curso en aquel entonces era agricultura
mecanizada y terminé mi formación patrocinado desde el principio en etapa
lectiva y en etapa productiva, y a los dos meses de haber terminado tuve la
fortuna de que se presentó una vacante y quedé vinculado”.
Entre tractores, sol, polvo,
aceite y aprendices pasa la vida de este hombre quien con su trabajo y
dedicación ha sacado adelante a su esposa y 3 hijas, la mayor de 22 años que
estudia Negocios Internacionales y se encuentra haciendo prácticas en la ciudad
de Buenos Aires - Argentina, la segunda de 20 años se encuentra estudiando Cine
y Audiovisuales y la tercera de 16 años, quien está próxima a terminar su
bachillerato. Rodeado de 4 mujeres… “soy
el rey de la casa”.
Su jocosidad fue nublada por el
fatídico momento en el que su compañero de pila pierde la vida hace cerca de 15
años, “mi compañero accidentalmente
accionó una palanca de la retroexcavadora que en ese entonces estaba nueva,
recién adquirida y eso fue fatal para mi amigo y bastante triste para mí”·
A comanche lo emociona el éxito de las
personas, lo entristece la pobreza y le parte el corazón la falta de
oportunidades para muchachos que desean formarse y no cuentan con recursos. Su
mayor satisfacción es hacer lo que le gusta, “uno trabaja satisfactoriamente cuando hace lo que le gusta y ahorita están
llegando equipos muy modernos, entonces eso está dando más oportunidad de hacer
el trabajo con más agrado y eficiencia”.
Este hombre no solo es un
empleado del SENA sino una personificación de la institución y de lo que representa
ser aprendiz, el espíritu de la alegría, la bondad, el esfuerzo, la
perseverancia, el amor por la familia y su trabajo, la nobleza, la humildad, la
tolerancia, la paciencia… Si se trata de valores “Comanche” los tiene todos.