martes, 12 de marzo de 2013

Si se trata de Valores “Comanche” los tiene todos.


“Sencillo, amigable y bastante jocoso, todo el mundo tiene que ver conmigo...el SENA para mí es mi vida” así se define David Alarcón Olmos, más conocido como “COMANCHE”.


Con 53 años, este carismático personaje ha pasado la mayor parte de su vida vinculado emocional y laboralmente con el SENA. Desde los 10 años se enamoró de la institución, pues acostumbraba a traerle el desayuno a su padre, quien en ese entonces se desempeñaba como trabajador de campo del Centro Acuícola y Agroindustrial de Gaira.

Su apodo hace parte del legado de su padre a quien le decían comanche sus compañeros de trabajo y cuando él comenzó a visitarlo en el Centro de Formación, estos le llamaban “comanchito”… “y después que el viejo falleció heredé el apodo”… así lo comenta con mucha gracia.

A sus casi 20 años decidió seguirle los pasos a su padre y es entonces cuando ingresa como aprendiz SENA en el programa Agricultura Mecanizada, “…por allá en el año 1993, estaba haciendo diligencias para pertenecer a las filas del ejército porque no encontraba trabajo y aparte vivía solo con mi papá entonces quería ir a prestar el servicio y este desesperado en que no me fuera buscó acá en el Sena la forma de que me pusiera a estudiar algún curso y afortunadamente así fue; hice mi curso en aquel entonces era agricultura mecanizada y terminé mi formación patrocinado desde el principio en etapa lectiva y en etapa productiva, y a los dos meses de haber terminado tuve la fortuna de que se presentó una vacante y quedé vinculado”.


Entre tractores, sol, polvo, aceite y aprendices pasa la vida de este hombre quien con su trabajo y dedicación ha sacado adelante a su esposa y 3 hijas, la mayor de 22 años que estudia Negocios Internacionales y se encuentra haciendo prácticas en la ciudad de Buenos Aires - Argentina, la segunda de 20 años se encuentra estudiando Cine y Audiovisuales y la tercera de 16 años, quien está próxima a terminar su bachillerato. Rodeado de 4 mujeres… “soy el rey de la casa”.

Su jocosidad fue nublada por el fatídico momento en el que su compañero de pila pierde la vida hace cerca de 15 años, “mi compañero accidentalmente accionó una palanca de la retroexcavadora que en ese entonces estaba nueva, recién adquirida y eso fue fatal para mi amigo y bastante triste para mí”·
 A comanche lo emociona el éxito de las personas, lo entristece la pobreza y le parte el corazón la falta de oportunidades para muchachos que desean formarse y no cuentan con recursos. Su mayor satisfacción es hacer lo que le gusta, “uno trabaja satisfactoriamente cuando hace lo que le gusta y ahorita están llegando equipos muy modernos, entonces eso está dando más oportunidad de hacer el trabajo con más agrado y eficiencia”.

Este hombre no solo es un empleado del SENA sino una personificación de la institución y de lo que representa ser aprendiz, el espíritu de la alegría, la bondad, el esfuerzo, la perseverancia, el amor por la familia y su trabajo, la nobleza, la humildad, la tolerancia, la paciencia… Si se trata de valores “Comanche” los tiene todos.